Un conocido refrán dice “Una imagen vale más que mil palabras” y si es una imagen en movimiento con música vale mucho más. ¿Alguna vez han visto una escena de alguna película sin música? Ahí es cuando te das cuenta de la importancia que tiene la música en el cine, cuando notas lo que aporta la composición musical a la imagen. La música de una película es la que te ayuda a sentir lo que la escena quiere invocar; qué sería del asesinato de Janet Leigh en “Psicosis” (1960) sin la famosa música compuesta por Bernard Herrmann, de la carrera de carros tirados por caballos en “Ben Hur” (1959) de Miklós Rózsa o la desesperación de Scarlett O’Hara sin la música de Max Steiner en “Lo que el Viento se Llevó” (1939); la música nos ayuda a sentir el terror que envuelve a la víctima antes de ser asesinada, la frustración de un amor imposible, la acción de la aventura, la emoción del descubrimiento, la alegría, el dolor y la pasión. Pero, ¿cómo empezó todo? Antes que nada definamos la diferenci...